lunes, 29 de septiembre de 2014

¡No a la educación sexista! Orígenes.

Es sorprendente cómo incluso antes de nacer, existe un color asociado a cada sexo, ya que si saben de antemano el sexo del bebé, decoran su dormitorio de una manera u otra, le compran una ropa y unos juguetes determinados... Lo normal es relacionar el color azul con el niño y el rosa con la niña. Pero, ¿cómo se ha llegado a esta diferenciación?

Según la investigación llevada a cabo por la historiadora Jo Paoletti (Estados Unidos), después de realizar diversos estudios durante décadas, descubre que en el siglo XX, el color rosa era relacionado a ambos sexos, incluso que el rosa era más asociado a los niños al ser un color más decidido y fuerte, y el azul a las niñas al ser más delicado.
Esto cambió después de la Segunda Guerra Mundial, donde se adquirieron los colores actuales por sexo a causa de los inicios del marketing.



Esto mismo ocurre con los juguetes, ya que desde el inicio de la educación del bebé, se les impone una educación sexista ofreciéndoles juguetes según su sexo. ¿Por qué un niño tiene que jugar con coches y una niña con muñecas, y vemos raro si ocurre lo contrario? Todo esto es debido a roles sociales, aunque también puede deberse a orígenes biológicos o genéticos, ya que según los investigadores, el hecho de que un niño elija un coche, por ejemplo, significa que prefiere un juguete que implica más acción, mientras que una niña prefiere una muñeca, siendo un juguete más tranquilo.
En cuanto al origen genético, en tiempos ancestrales los hombres se encargaban de tareas activas como ir a cazar, y las mujeres cumplían funciones más tranquilas, ocupándose del cuidado de sus hijos.