Es muy importante no demorarse cuando comencemos a
solucionar la enuresis, ya que al principio, hasta que no se busque el método
adecuado, puede resultar costoso.
Pero es algo que debemos intentar resolver cuanto antes, con
el fin de evitar en el niño problemas sociales, ya que afecta a su estado
emocional.
El papel fundamental lo juegan los padres. Aquí aparecen
algunos de los aspectos que debemos tener en cuenta:
Ø
Debemos hacer entender al niño que no debe mojar
la cama y hacer un esfuerzo por controlar la orina, pero sin enfadarse cuando
no lo consiga, evitando los castigos y reprimendas, y animándolo siempre. Puede
ayudarle saber que otros han estado en su misma situación.
Ø
Debemos asegurarnos de que el niño va al baño
con frecuencia durante el día y que no retenga la orina durante periodos
prolongados de tiempo, además de orinar antes de irse a dormir para que la
vejiga tenga la menor cantidad de orina posible durante la noche.
Ø
Puede realizar un calendario en el que registre
las noches secas y las húmedas, donde irá viendo sus progresos, y los padres
pueden incentivar con algún premio cuando vaya mejorando.
Ø
Realizar actividades que mejoren la capacidad vesical
como, por ejemplo, detener la micción varias veces cuando esté orinando.
Existe un método muy efectivo. Se trata de unas alarmas que
despiertan al niño cuando este comienza a orinar, de manera que es consciente
de lo que ocurre y puede levantarse al baño. Las más modernas adoptan la forma
de reloj de pulsera con sensores de humedad muy pequeños que se deben situar en
la ropa interior.
Igualmente el me, el médico puede considerar necesario
prescribir el tratamiento farmacológico como desmopresina, que provoca una reducción
de la enuresis.
Por supuesto, si la causa de la enuresis es física, se deberá
tratar según lo indicado para cada caso y, si fuese psicológica, es preciso
acudir a un psicólogo.